Por eso es importantísimo que no demos nada por “sobreentendido” y dediquemos unos minutos antes de realizar el viaje, o bien en los primeros momentos de convivencia, para acordar la mejor manera de manejar las finanzas durante el paseo.
Específicamente el tema económico que genera mayor conflicto: cómo se afrontarán los gastos. Te propongo una opción que pueden variar, desde luego, dependiendo de la confianza que se tengan quienes realicen juntos el viaje.
Juntar un fondo común para los gastos, que debe incluir: el hospedaje, la comida y el transporte (no tiene que ser 50% y 50%) y que cada quien asuma sus entradas a espectáculos o lugares de esparcimiento, ya que no todos pueden disfrutar lo mismo, de esta manera habrá libertad individual para asistir o no a estos lugares.
Cuando se come fuera, algunas familias, parejas o grupos preferirán dividir la cuenta entre el total de comensales, mientras que otros preferirán pagar exclusivamente su parte, ideal cuando unos consumen alcohol y otros no.
Lo importante es que sepamos que se puede convivir y disfrutar con otras personas que tengan distinta cultura financiera, siempre y cuando existan cuentas claras y acuerdos previos sobre cómo se afrontarán los gastos.
¡Qué disfrutes de estos días de merecido descanso!
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