martes, 18 de marzo de 2014

Cuidado con tu gasto en agua embotellada


Según indican los conocedores del clima, la primavera y el verano de 2014 se espera que sean de los más calurosos de este siglo, por lo cual el consumo de líquidos en México se proyecta que será espectacular. 
Hasta aquí todo luce “obvio” podrás pensar, lo que ya no resulta tanto es lograr identificar la fuente de líquido idónea que nos permita cuidar de nuestra salud, pero sin dañar nuestras, cada vez más golpeadas finanzas.
México es el país número uno a nivel mundial en el consumo de agua embotellada, esto se debe principalmente a dos causas:
1. En nuestro país preferimos tomar agua embotellada que la que se obtiene de la llave por desconfianza a la limpieza de esta última. El caso más fuerte lo tenemos en el DF donde el terremoto de 87 dio origen a la cultura del consumo de agua embotellada debido a las severas contaminaciones del servicio de agua potable que se dieron por el colapso del sistema de tuberías de nuestra devastada ciudad. 40 años más tarde, esta cultura ha sobrevivido y es así como para todos aquellos mexicanos menores de 30 años resulta impensable la idea de beber agua de “la llave" -“¡guácala que asco!, murmurarían horrorizados ante esta sola idea”-.

2. El gobierno, el sistema educativo y los medios de comunicación se han abocado a combatir la obesidad en nuestro país, por lo que se enseña a nuestros jóvenes y adultos que tomar agua es bueno para nuestra salud, desarrollando con esto una cultura que adora el agua.

Lo bueno: somos un pueblo que ama el agua y su consumo forma parte de nuestra vida diaria.

Lo malo: la tomamos de la manera más cara.

Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el precio por cada mil litros de agua potable del servicio público (de la llave) es de 25 pesos, mientras que la misma cantidad de agua embotellada nos costaría 6 mil 500 pesos.

Por lo anterior, te recomiendo en esta época de clima caluroso y de aumento en el costo de la vida como repercusión del alza de impuestos, que evalúes si tu finanzas te permiten seguir disfrutando de las bondades del agua embotellada (sano, cómodo y bien visto socialmente), en caso contrario las opciones son: instalar un filtro de agua en casa, hervir o clorar el agua (3-4 gotas por litro) y utilizar un cilindro contenedor atractivo, que vaya con tu personalidad para que dispongas del vital líquido a donde quiera que vayas.

La salud, el estilo y las finanzas no tienen por qué estar reñidos.

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