lunes, 24 de junio de 2013

ABC de las tarjetas de crédito

Una tarjeta de crédito es un medio de pago con el cual puedes hacer compras hoy que cubrirás después (una semana, un mes, un año, etcétera).
El banco que te la otorgó te concede un préstamo que deberás pagar en varios periodos (lo mas común es mensualidades), según hallas acordado, además de un dinero extra que se expresa como un porcentaje del dinero total que pediste y se llama interés.

Esta cantidad es lo que gana el banco por haberte dado el servicio de pagarle al vendedor, el monto de tu compra del producto o servicio que adquiriste en el momento que realizaste el pago con tu tarjeta de crédito.

Llamamos corte a la fecha mensual, que toma el banco para hacer el cálculo de tu deuda, pago mínimo e interés, que aparecen en tu estado de cuenta, que es el resumen de los pagos y adeudos que tienes en el banco a través de tu tarjeta de crédito.

Se llama cuota o pago mínimo al que el banco calcula cada mes, con relación a tu deuda, para determinar el monto mínimo que debes cancelar de tú crédito.

Saldo: es el dinero que todavía le debes al banco después de haber efectuado tus pagos mensuales de intereses, cuota mínima o abono a capital.

Comisión por apertura: cobro del banco por hacer los trámites para que tengas tu crédito.
Intereses moratorios: dinero que te cobra el banco como sanción por no haber pagado a tiempo tu tarjeta de crédito.

“Lo ideal es que utilices tu tarjeta de crédito para pagar aquellas cosas que necesites o deseas y que te duren más tiempo que aquel que te tome liquidar la deuda con el banco”.

Actualmente la tarjeta de crédito es una parte fundamental de nuestras finanzas personales, porque los beneficios que nos brinda son muchos, además de evitarnos traer fuertes sumas en efectivo y servir como un registro que comprueba fácilmente las compras y pagos que realizamos.

Otras opciones son:

La domiciliación es un servicio, que consiste en ordenar al banco que pague automáticamente algunos adeudos, cargándolos a tu tarjeta de crédito o promociones de compras a meses sin intereses.

En este último caso, la institución toma de tu línea de crédito (cantidad total que puede prestarte) el monto de tu compra y solo te cobra la mensualidad, sin los intereses; sin embargo, debes tener mucho cuidado en no retrasarte en tus pagos, porque si esto llegase a pasar, la mayoría de los bancos cancelan el programa de mensualidades y te cobran el total de la deuda con interés normal.

Otro punto que aquí debes conocer es tu capacidad de disponer de tu crédito, ya que el cargo para meses sin intereses se realiza completo, de tal modo que tu línea de crédito se verá disminuida en la misma cantidad del costo de lo que adquiriste.
Por ejemplo, si la línea de crédito de tu tarjeta es de 10 mil pesos y tu adquieres con ella, por ejemplo, un teléfono que vale 8 mil pesos, ya solo tendrás posibilidad de disponer con tu tarjeta de  2 mil pesos.

Puntos: se dan por comprar en los establecimientos que tengan pactados con el banco esta promoción. Se acumulan en una cuenta para hacer otras compras o disposiciones en efectivo.
Reembolsos: algunas tarjetas ofrecen regresarte un porcentaje de las compras efectuadas por medio de la tarjeta.
Millas gratis: puede representar un importante ahorro al momento de pagar el transporte aéreo de nuestras vacaciones con ellas.
Seguros de vida y accidentes personales: algunos bancos los ofrecen gratuitamente o a  un costo muy por debajo del precio en el mercado al adquirir tu crédito. Sin embargo,  debemos tener cuidado con la compra telefónica de estos seguros, ya que es muy sabido que algunos ejecutivos bancarios te venden estos seguros en contra de tu voluntad, a pesar de que se te dice que todo este tipo de contratación  se hará solo si tú estás de acuerdo. Revisa siempre en tu estado de cuenta todos los cargos por concepto de contratación de seguros.

Bien, recuerda que aunque las tarjetas de crédito nos sirven para realizar compras sin disponer de dinero en efectivo, tarde o temprano tendremos que pagarlas con el dinero de nuestros ingresos, llámese sueldo, ventas, comisiones, etcétera,
así que debemos pensar muy bien si nuestros ingresos nos permitirán cubrir la deuda.

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